Te pierdes por los rincones y las callejuelas.
Arropada de blanco, llenas el espacio. Amorfa y desnuda,
sin tocar el suelo, vagas entre sombras. Invades el aire,
penetras lugares remotos y extraños. Humareda
mágica, flotas como barco que surca los mares
a la deriva, solo, sin timonel ni velas,
a la deriva, solo, sin timonel ni velas,
sin puerto ni ancla, en desesperanza.
Apoderándote, desplazas la noche.
Intrusa mariposa noctámbula,
vuelas entre montes,
cubres las ciudades
y de madrugada,
plegando tus
alas, mueres
solitaria.
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